Planear un viaje puede ser emocionante… hasta que se convierte en una pesadilla de horarios imposibles, actividades sobrecargadas y experiencias que realmente no llegas a disfrutar.
El error más común
- Querer «verlo todo» en poco tiempo.
- El resultado: viajes agotadores, sin espacio para vivir y disfrutar el destino de verdad.
Una anécdota real
Recuerdo a una viajera que llegó a Egipto con un itinerario creado por una agencia tradicional, el típico «paquete viajero». Todo era correr: templos, guías impersonales, poco tiempo para sentir el lugar. En las consultorías que te propongo, reajusto el itinerario con momentos de pausa, experiencias localies y espacios de conexión. ¿El resultado? «Fue el viaje de mi vida», me dijo al regresar.
Cómo evitarlo
- Define una intención clara para tu viaje.
- Escoge calidad sobre cantidad.
- Déjate guiar por alguien que entienda la esencia del destino.
Si quieres un viaje que no sea una maratón, sino una experiencia única y bien pensada, agenda tu sesión de consultoría conmigo y empecemos a diseñarlo juntas.




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